domingo, 14 de mayo de 2017

Alessandro Baricco: SETA (versión simplificada)

Comprado en una librería.
Alguna vez me tenía que pasar.
Al final, Seta (que no Seda, porque al fin y al cabo lo leí en italiano [la han traducido a decenas de idiomas, ya]) me dio prácticamente todo lo que puedo pedirle a una novela cuando la leo. Y mirá que la cosa no pintaba bien, eh, porque lo agarré con dos deditos en la librería cuando me lo mostraron, la única ventaja que le veía era que me costaba unos cinco euros menos que cualquier otro de los de la lista que nos había pasado la seño de italiano.

Novela dizque histórica. Sobre jodidos traficantes de jodidos gusanos de seda. La muerte en vida pasando páginas hasta que acabe. Pero al final resultó que no. ¿Qué hubiera pasado si en vez de Baricco esta novela la escribía García Márquez, Isabel Allende, Laura Esquivel o Marguerite Duras? ¿O quizás Flaubert? Tal vez nada (o nunca o nadie, o sea), pero por ahí van los tiros.

Baricco escribe su historia haciéndola funcionar como un jodido mecanismo de relojería. Hay cosas que se repiten rítmicamente; cosas que se eliden una y otra vez, también rítmicamente; personajes que parecen el padre y la madre, el alfa y el omega del personaje plano, hasta que resulta que en realidad no lo era tanto, y en el momento justo; esas cosas. Mucha preocupación por la forma, predilección por dejar en silencio algunas cosas y otras no.

Seta cuenta una historia de amor y un triángulo amoroso y es literatura de viajes e histórica. Sus personajes son cuidadosamente imposibles, a la manera que sólo saben construirlos los escritores de finales del siglo XX y principios del XXI. Hay un traficante de gusanos de seda, un mentor, la mujer del traficante, un japonés muy poderoso que vive en Japón, una misteriosa mujer con rostro de niña y de occidental que parece ser la mujer o amante o lo que sea del japonés, y una madama japonesa afincada en Francia que es el emulgente. Y una tensión sexual a veces consumada y a veces no que te la voglio dire.

¿Debería, pues, comprarme por Internet una versión completa de esta novela y que me la envíen desde Reino Unido por cuatro moneditas o menos? Quizás sí, seguramente. ¿Con qué debería comparar esta lectura simplificada, para hacerme una idea? ¿Con la versión del director o con las partituras simplificadas? Porque hace años, me parece a mí, y si dejamos de lado las Caperucitas o Pinochos que leo en voz alta a la hora de dormir, que no leía ninguna versión simplificada de nada. Y es un tema, éste, porque mi novelita simplificada es como que no le faltara ni le sobrara nada, y tiene su mérito, porque si hay algo que repite todo el mundo cuando habla de Seta es que la novelita es cortita. La han hecho más cortita, y sigue funcionando. Quiero decir, sigue funcionando como maravillosamente bien funcionaba El exorcista antes de que el director enseñara al mundo su desvariante versión del director. Pero con Seta no tiene por qué pasar lo mismo, ¿verdad?

En fin. Me parece, iberlibro.com, que hacia allí voy...

PD de finales de mayo) Al final me fui a una biblioteca a buscarme una versión completa de esta novela. La estoy leyendo, y la verdad que es bastante parecida a lo que leí antes. Aunque tal parece ser que lo más pillín/pecaminoso se había quedado en el camino en mi librito para estudiantes.

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